Una de Bécquer

XXIII
Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso... yo no sé
qué te diera por un beso.

Uno de esos días

A veces se extraña el infierno, la traición, la maldad pura. A veces desearía volver a sufrir de manera tan deliciosa. A veces la libertad nos parte el hocico, y solo desearíamos volver a nuestro acogedor calaboso. Hoy siento que sería preferible sufrir bajo la crueldad de una diosa roja en vez de ser libre y desconcertado.