martes, 23 de septiembre de 2008
Pensándo
A veces pienso (porque si lo hago, pero solo a veces) que la vida podría ser vida realmente. Me gustaría salir esta tarde y hecharme al sol toda la semana (bueno, en las noches goaría de la luna), olvidarme de toda presión, de toda preocupación. Dejar el pasado en el olvido. Hay gente que llega y se vá, la gente siempre llega y se vá. Nada es eterno, ni los buenos momentos...¡Ni tampoco los malos! Hay personas que llegan a nuestra vida con la misión de enseñarnos algo; cosas buenas, cosas malas. Pero nosotros nos aferramos con ciega avidez a esos maestros, sin entender que su misión con nosotros ya fué cumplida, que debemos dejarlos ir. Incluso a aquellos que solo nos mostraron el sufrimiento y la crueldad, incluso a esos se les agradece por su servicio y se les deja ir. Y a quienes solo entregaron bondad y alegría, dejarlos ir en bondad y alegría. Así hubiera aconsejado un buddha.
Hoy se acaba un día, hoy comienza otro. Hoy una vida es lo que es, pero no lo que fué y jamás lo que será.
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