Caminándo por el desierto, jesús, aquel que podía multiplicar la comida, se encontró con sidartha, aquél que podía pasar meses sin probar bocado.
sidartha: saludos, hermano
jesús: saludos ¿quién eres?
s: solo soy un ser humano, pero deseo dejar de serlo
j: yo también, hermano ¡yo soy dios!
s: yo quiero ser menos que ese grano de arena
j: yo deseo que todos me alaben
s: yo quiero que me comprendan
j: yo enseño el camino de la penitencia y el sacrificio
s: yo enseño el camino para salir del sufrimiento
j: solo quién me siga podrá salvarse
s: hay miles de caminos para llegar a la perfección, el mío es solo uno mas
j: yo vengo a perdonar los pecados de toda la humanidad
s: ¿pecados? ¿qué es eso? yo he venido a acabar con el sufrimiento
j: yo no he venido a traer la paz, sino la espada, creo que no tenemos mucho de que hablar. vé con dios
s: gracias, hermano, pero prefiero seguir mi camino. que estés bién y encuentres la felicidad y la paz
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