miércoles, 27 de junio de 2007
¿Recuerdas mi funeral? (2003)
¿Te acuerdas de mí? Era el tipo que te regalaba fresas, el que cuidaba de tí en todo momento, el que dejó todo. El que se hizo religioso para poder adorarte. Al que le diste tu propia vida, pero nunca la entregaste. ¿Te acuerdas como sonreías cuando te abrazaba? ¿Recuerdas como me cantabas canciones al oido cuando hacíamos el amor? Ese era yó, sé que ya no me has de recordar, sé que para tí fuí uno más. Sin embargo, para mí, tú eras única. No fuiste a mi funeral, nadie vió a la persona que me asesinó, nadie te vió. Sé que no te interesa, pero te resumiré los hechos. No hubo herencia, puesto que ya nada poseía, todo me fué arrebatado poco a poco aún en vida. De todos modos no hubiera habido a quién dejarle nada, por si no lo supiste, ya tampoco tengo familia. No hubo amigos en el funeral, puesto que mis amigos huyeron horrorizados al ver el mounstruo en el que tú me convertiste. Solo se quedaron los buitres y los parásitos. El estúpido doctor no quizo declararme muerto, no entendía como alguien que se suponía debía estar muerto aún caminaba y aún hablaba de vez en cuando. Un enterrador aceptó realizar el trabajo, no hubo paga, no hubo amistad, lo hizo por lástima. Los perros llegaron a mi tumba, una tumba sin lápida, no hubo caja, solo un costal y cal. Por supuésto que no hubo cruces, solo los perros auyándo, solo ellos sufrieron por mi deceso. Pero no te vieron ni los perros ni el enterrador. Nadie te vió.
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